Es simpático recordar la Física de la secundaria y extrapolarla al mundo humano de los sentimientos y los actos. Las ciencias exactas nos permiten miradas metafóricas para tener en cuenta lo impredecible y cambiante que es lo humano, a diferencia de cierto orden mecánico en muchos momentos de la naturaleza. Un tópico inacabable relativo a los sentimientos tiene que ver con los emparejamientos utilizaremos la pauta de análisis, la llamada ley cero, ley de la termodinámica que dice que cuando dos cuerpos que se ponen en contacto, aun siendo de distintas temperaturas, intercambian su calor hasta quedar en igualdad.
Quedaría “demostrado por la física” que las parejas de larga historia de convivencia ( –amor le suelen decir habiendo mucha tela por cortar, a vivir varias décadas juntos y en exclusividad psicológica-) se han mimetizado al extremo de pensar, sentir y desear de similar manera, fundidos en un solo ser como cantan los boleros, según la ley 0 indicaría que son las dos personas iguales en calor (subjetividad) y fundidas tras el intercambio (vivir juntos) que han llegado a la plenitud de igualdad y armonía al non plus ultra de la felicidad en el amor.
El llegar a ser los dos en uno, nos han presentado como un ideal del amor realizado, una bendición que a pocos llega. Nuestros padres que cantaban ilusionados “…yo quiero ser un solo ser y estar contigo…” quedan absortos cuando saben que Bauman mira críticamente a la sociedad actual y las relaciones de pareja mencionando en cuanto al amor, que uno de los cuatro jinetes de su apocalipsis es la fusión. Según la Ley 0, el intercambio y la igualdad entre dos cuerpos.
Los jinetes del apocalipsis siempre anuncian un trágico final. En la fusión, entendida como convivencia ilimitada, un ser y estar sin fronteras que delimiten a las personas, y en toda relación de pareja mismo, el grave peligro aparece porque las manos que se extienden hacia quien está al lado para tocar y acariciar, también son manos para sujetar, atrapar, oprimir y lastimar. Esa convivencia vendida como ideal romántico que nos puede parecer gloriosa inicialmente, en cierto momento se transforma en una cápsula transparente donde sólo se respira angustia al contemplar un mundo exterior vivido, lleno de colores, voces y movimientos del cual quedamos marginados, atrapados en la igualdad del calor del otro cuerpo y sostenidos moralmente por una normatividad de la cultura patriarcal respecto de la perdurabilidad de una pareja y de la voluntariedad de los sentimientos de amor; de tal manera que con convicción, paciencia y entrega los emparejamientos duran hasta el fin de los días de los contrayentes.
La fusión bendecida por esa moral configura un espejismo, una trampa psíquica en el que muchas parejas se debaten como en cópula de alacranes, jugándose la vida espiritual desde el desayuno hasta la cena, de domingo a domingo, racionalizando ante su consciencia que lo suyo es un amor cristalizado, resistente a todo cambio, que encontraron al alma gemela, a la media naranja, al complemento de sí mismo y con quien no necesitan conocer a nadie ni experimentar nada nuevo. El extremo más oscuro está atiborrado de parejas que de la convivencia pacífica y rutinaria derivan hacia las agresiones constantes, el egoísmo, la mezquindad, la competencia por el poder.
Pero en todo caso, jamás hay que desdeñar aquellos emparejamientos nobles, de tantos años, en que el amor de aquel impulso basal erótico de frenesí amoroso con el paso del tiempo fue transformándose en una manifestación de un amor de mucho compromiso, intimidad, pero sobre todo de respeto y apoyo a la individualidad de cada quien. ¿Será acaso que la ley 0, permita informar que el intercambio de calor entre los dos cuerpos, posiblemente les ha permitido evolucionar juntos y haber recorrido una larga relación con muchos cambios de temperatura, muchas muertes y muchos renacimientos?
Míralo con conciencia: ¿Cómo sientes tu ser en tu relación de pareja? ¿Adviertes un futuro de llegar al amor sin apegos, sin ataduras? ¿Qué es lo que de verdad te mereces?
Quizá diseñar un amor fantástico, puede ocultarse en un fuerte compromiso entre la manipulación y chantaje emocional que se involucra en la dinámica de la relación, marcar la distancia será una gran ayuda en el proceso de seguir adelante sin dependencia emocional, intenta relacionarte desde un lugar libre de inseguridades.