-CLARABOYA QUE ALUMBRA LA PAREJA-

Decidir respecto del futuro del compromiso de pareja y/o matrimonio, no es tarea sencilla. Cada quien tiene muy claras las posibilidades a futuro, se da cuenta de la potencia opresiva de una cultura que ha idealizado como una formalidad perpetua al matrimonio, blindándolo con una armadura moral-religiosa incuestionable, pero cuando la insatisfacción ha colonizado la mente y el sentimiento de la persona; es cuando todas las voces callan, las compañías se desvanecen y llega el momento de decidir, resolviéndolo en la más profunda soledad. 

En última instancia, siempre hay un ámbito subjetivo donde se fundamenta las decisiones, considerando una contabilidad del amor que podría arrojar un saldo positivo que, aun siendo insignificante, podría ser un capital capaz de crecer: a pesar de que haya cifras en rojo en cuanto a sueños, ideales, complicidades, confianza, intimidad, etc.  Asimismo, siendo el resultado de un trayecto erosivo de desencuentros como pareja que nunca fueron adecuadamente enfrentados creando una atmósfera de malhumor y desencanto. 

Podría ser que la insatisfacción tenga que ver con gastos e inversiones culposas pero remediables, mientras se lleguen a acuerdos transparentes que les permitan ganar a ambas personas, recuperando la confianza y reconociendo la existencia de un sentimiento que los junta. 

La decisión respecto del futuro de la pareja debe evaluar, si aún subsisten dos factores sustanciales: la necesidad (o posibilidad) de tener contacto físico con la otra persona y la intimidad. 

Tolerar a la otra persona dentro de la distancia íntima como al compartir la cama, coincidir en el baño o en un recoveco de la casa sin que se erice la piel, falte la respiración y se tensen los músculos, al mismo tiempo de poder mirarse a los ojos sin vergüenza, ni rencor, son signos positivos de que es posible el contacto físico.  Mala señal será, si la mera cercanía de la otra persona resulta irritante.

Por intimidad debemos entender a la capacidad y la posibilidad de mantener un lazo de comunicación estrecha, confidencial, empática, creativa, un espacio en donde el silencio es cómodo, es parte de la comunicación, que se puede alternar con la risa y la palabra.  

La necesidad de contacto físico tiene que ver con el amor eros y la intimidad con el amor philia que describieron los griegos. Eros y philia son dinámicos, la pareja debe entender su continua transformación si quieren permanecer juntos

Para que el esfuerzo de salvataje no resulte una simple declaración de intenciones, ambas personas habrán de encontrar un nuevo estándar relacional con satisfacción de las necesidades de confianza, intimidad, apego, cuidado y sexualidad, cuidando que todo ello no se convierta en posesión de la pareja y despersonalización sacrificial.

Clarificar una relación podría ser el resultado de contestar estas preguntas: ¿Por qué tengo esta persona en mi vida? ¿Qué me mantiene a su lado? ¿Qué nos mantiene juntxs? Así sabrás que estas en una relación presente y consciente.

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