PERSPECTIVAS…

El dibujo es una forma de comunicar a través del cual podemos expresar nuestro mundo afectivo y manifestar cómo percibimos todo lo que nos rodea, y es tan real y útil que algunos tests psicológicos, permiten hacer apreciaciones sobre la inteligencia y las emociones analizando las creaciones gráficas de las personas. Los dibujos que hacemos en la infancia son planos simples y bidimensionales, corresponden al desarrollo mental de la edad. Dibujar con perspectiva se relaciona con un mayor perfeccionamiento del pensamiento y la percepción así, bosquejamos en el papel objetos cuyo distinto tamaño sugiere tres dimensiones, volúmenes y texturas, logrando una representación más certera de lo que nos rodea.  

En la vida práctica dibujamos la realidad en nuestra mente: la cultura hace que estemos viendo y entendiendo a la sociedad, las relaciones interpersonales desde lo pre establecido, notando la mayor o menor complejidad de las formas grandes, los detalles; interpretando lo que está codificado con signos, encriptado en simbolizaciones y entendiendo las dinámicas desde la distinta perspectiva que nos dan los conocimientos y la experiencia.

¿Por qué se torna importante la perspectiva? las relaciones sociales y los productos de la cultura dominante, mientras más personales e íntimas sean, nos causan reacciones que  afectan nuestra dinámica psicológica, nos conducen del agrado o desagrado a la pasividad o la acción, según veamos en dichas relaciones las representaciones simples de la sociedad normada como un macizo invariable, todopoderoso o las percibamos como un ensamble de escenas más o menos complejas que sean la suma de detalles susceptibles de desagregar, factibles de cuestionar, performables y posibles de trasmutar.

Colocarnos en perspectiva es aprender a ver las cosas moviéndonos frente a la realidad para adquirir distintos enfoques. ¿Cómo lograr modificar la perspectiva? ubicándonos en el sitio de los otros para tratar de percibir sus intereses y motivaciones respecto de unx y saliéndonos del Yo que ejercemos por asignación o conformidad, para vernos críticamente desde afuera poniendo en duda lo que estamos viendo, oyendo y haciendo. 

Aventurarnos al camino de las perspectivas nos da miradas muy distintas del compañerismo, amistad, emparejamientos y compromisos; facilita cuestionar los convencionalismos que nos guían y que fomentan las desigualdades e intolerancias, en general, nos permite adquirir posturas de libertad, respeto en las relaciones interpersonales enlazando el Yo en armonía con los otros y con la naturaleza, confiando en la capacidad de intentarlo.

Si bien es cierto que no se trata de chocar compulsivamente con todo, destruyendo lo construido por centurias de civilización, tampoco es la intención valorar con sesgo la conducta de los demás, sino de poder optar desde la individualidad del razonamiento y el sentimiento las formas más gratificantes de llevar esas relaciones en un contexto amplio, variable, aprendiendo cada vez cosas nuevas.

Observar el quehacer humano desde perspectivas distintas, corta de raíz las creencias míticas del orden establecido, los clichés de comportamiento moral y los estereotipos de ser donde se fraguan el sexismo, la xenofobia, los nacionalismos y tantas otras matrices de pensamiento radical y hasta fanático que agobian al ser humano.   

Nunca serán viables la empatía, la solidaridad ni la sororidad si, conservamos una imagen simple de la sociedad. La vida humana es cada vez más compleja en un mundo extremadamente versátil, interactivo e interdependiente, requiriendo un afrontamiento existencial alternativo, dinámico en el cual todos y todas podamos mirar desde varios ángulos al resto y disfrutar las bondades de relacionarnos en libertad.

Así que piensa que necesitas hacer para llevar a cabo la postura de la perspectiva y busca las herramientas para poder hacerlo, utilizando de forma eficiente tus propios recursos.

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