Se conoce como resonancia al fenómeno físico que tiene lugar cuando un elemento recibe la influencia de una fuerza periódica que tiene un periodo de vibración en inercia similar al periodo de vibración activa.
Las cosas materiales tienen una vibración propia, en el universo son fuerzas en constante movimiento, más allá de una intención y continuamente se atrae los acontecimientos y mentes que resuenan en la misma frecuencia en la que se encuentra cada unx; es así que la fuerza mental de los sentimientos es lo que nos lleva a ser quienes somos en un determinado tiempo y lugar. Las convicciones son significativas y más cuando se toma conciencia de los pensamientos, creencias y emociones. Ya lo decía Buda “Lo que hoy piensas, mañana lo serás.”
El cerebro es la herramienta de procesamiento electromagnético más vigorosa de la naturaleza biológica, trabaja como una estación que transmite y recibe frecuencias, cada persona está en posibilidad de controlar de qué frecuencia de resonancia quiere transmitir a partir de los pensamientos dominantes que acontecen en su mente.
Cuando cambiamos los pensamientos cambia literalmente la frecuencia del cuerpo, pues creamos el campo de resonancia a través del lenguaje de los sentimientos y la energía de los pensamientos a través de las convicciones, todo lo que se desee comenzará a moverse hasta que se materialice en su contraparte física. Por lo que las emociones de miedo, apatía, dolor, ira y ansiedad emiten una resonancia o salida vibratoria muy diferente a las emociones de amor, alegría, gratitud. Debemos recordar que aquello que entra en resonancia con nosotros, no puede hacer otra cosa que reaccionar a ésta.
Por ejemplo, si estás de mal humor y sales a atrasadx, pareciera que todas las personas que están con el tiempo justo, se atraviesan en tu camino. Tú estás irritadx, las personas que te encuentran están irritables, inquitxs, agresivxs y todxs están resonando en la misma frecuencia. La energía reacciona a cada paso según los impulsos que se emite.
Hay un grupo especial de neuronas en nuestro cerebro que son responsables de este hecho sorprendente. Se les conoce como “neuronas espejo”, estas células quedan activadas cuando llevamos a cabo unas acciones determinadas, pues tienen la capacidad de copiar internamente lo que hemos observado o sentido en otros.
Sin embargo, tomando el ejemplo anterior, en el mismo camino, hay personas que están sintonizados a una frecuencia diferente. Están tranquilxs y calmadxs, estas personas dejan pasar a los demás y no chocan con su energía, ni atención. Las influencias que suelen ser bidireccionales, ocurren por lo general de un modo sutil y solapado sin que apenas lo notemos.
Gestionar los pensamientos recurrentes a través de las elecciones diarias y entender a qué emociones se ligan, sería un camino para experimentar emociones alineadas con lo que se quiere atraer. Los pensamientos se depositan dinámicamente en la mente subconsciente creando un campo vibratorio. El pensamiento determina las emociones y éstas causan la calidad o intensidad vibratoria de la energía emitida, condicionando la frecuencia que se va a transmitir.
Considerarnos parte activa y reactiva de este mundo y de todo lo que hay en él, es el primer paso importante para atraer a nuestra vida los mejores deseos, anhelos y una existencia apasionada con propósito, creatividad, discernimiento y espíritu crítico, avanzando paso a paso, creciendo junto con nuestra obra.
¿Te parece algo místico y sobrenatural este poder de vibración bidireccional? pues no lo es, profundiza en cuánto de lo que piensas y te abruma, en cierto momento lo perciben los de tu alrededor porque se materializa en tus gestos faciales, en el tono de tus movimientos, en la intensidad y volumen de tu voz y ellos al captar tu lenguaje inconsciente, vibrando al unísono contigo te devolverán la misma energía que surge de ti. Prueba hablar de amor con los dientes apretados, el rostro tenso, la mirada huidiza y verás que no tendrás ese abrigo espiritual que buscas.
¿Qué es lo que atraes a tu vida? Y si te animas hoy a ser lo que siempre quisiste: ¿quién te gustaría ser? ¿Cómo cambiaría esto tu vida? Te invito a la alquimia mental, a practicar la magia de cambiar tu campo vibratorio abriendo tu corazón, analizando tus pensamientos y decidiéndote por la felicidad.