Existen muchas memorias de nuestras vidas que nos dejan ver que el tiempo ha pasado rápido, ha sido algo así como un colapso. Recuerdo cuando estábamos celebrando la llegada del año 2000, eso fue hace ¡20 años! y ya se pasó el primer año de la segunda década de este milenio…
Este año ha sido singular, y si algo nos ha demostrado es que “…la única constante es el cambio y la polaridad máxima…”. Miedo y libertad. Ceder el poder interior o conectar con él.
En algún momento de nuestras vidas, suele ser imprescindible cerrar ciertos ciclos y afrontar la transición desde una etapa, hacia otra. Y con la pandemia todas y todos de una u otra forma nos vimos empujados a cambiar, ajustarnos y adaptarnos.
Cualquier momento es ideal, (el tiempo del alma, es siempre presente); para una mirada profunda de conexión con tu interior, en una danza entre tu propia luz y oscuridad, para descubrir que no hay nada que temer y decir adiós a las limitaciones.
Descansar en el sosiego de escuchar en la oscuridad, para descubrir los regalos que tiene y desde ahí plantar las semillas que germinarán día a día con cada incremento de luz, por lo tanto, resulta necesario decir adiós a cualquier energía tóxica que este 2020 ha dejado en nuestro camino, estos pueden ser miedos, apegos, necesidades, inseguridades… y preparamos para crear un 2021 apto para cada unx, no voluble a los dictados del exterior lo que corresponde a estar cegados por lo de fuera.
Muchas veces la incomodidad de escucharse es incesante, y eso es lo que desafortunadamente muchas personas están haciendo y lo cierto es que cuando paramos y superamos esa incomodidad, respirando en quietud, en amor, comprensión, surge una creatividad, y es cuando aparece la luz liberadora que genera brillo, ilumina las respuestas a nuestras preguntas más profundas, generando la conexión con nosotrxs mismxs, con los demás, y apacigua la incomodidad de una inocente oscuridad.
Hoy es tiempo de compromiso, oportunidades y llegar a la acción, por más pequeña que sea, es necesaria. La acción beneficia y busca la colaboración-sinergia, la suficiencia para todos, la unidad en vez de la separación, desde escenarios de Ganar-Ganar lo que garantiza un mundo incluyente y la supervivencia de la especie Humana.
Es tiempo de hacer cosas diferentes para tener resultados nuevos, es decir mantener una relación desde la consciencia fluyendo con él, de lo que se valora, lo que se quiere aportar y sobre todo de que se quiere ser ejemplo (no siempre es fácil y la incoherencia te muestra las áreas internas de mejora).
Recargar las pilas, desde el descanso para reponer todo lo caminado en el año y a partir de ahora empezar dejando huellas de sentido en los cambios importantes en nuestras vidas, tomando las oportunidades de acercarnos a unx mismx y sobre todo a la vida que queremos vivir enriqueciendo el espacio con la esencia.