En el ambiente tecnológico se identifica así a los ordenadores o dispositivos pueden realizar varias tareas a la vez; aplicado a las personas se puede definir de esta manera a la capacidad humana en la que se consigue efectuar varias tareas de forma simultánea con energía.
La multitarea es un mal hábito que se lo disfraza de una alta capacidad productiva, encierra el deseo de hacer todo a la vez, siendo una disposición errónea de presencia absoluta, de la necesidad de tener el “control de todas las cosas”, es una mala práctica que no permite alcanzar lo adecuado, porque va multiplicando los errores que se pueden cometer durante la faena; entre más tareas simultáneas menos dedicación se tendrá al estado anímico profundo de reflexión, contemplación y eficacia del trabajo.
Según estudios efectuados, las personas que se implican en varias tareas a la vez suelen tener dificultades para mantener su atención en algo concreto, ya que el cerebro selecciona de manera deficiente la información relevante, nuestro cerebro absolutamente no puede manejar más de dos tareas complejas al mismo tiempo. Se genera un gasto neurológico alto, causa efectos en la salud por el desgaste masivo de energía, creando un agotamiento crónico de los químicos neurobiológicos que necesita nuestro cerebro para operar diariamente, repercutiendo negativamente en todas las áreas de la persona.
Varios mitos se han creado alrededor del multitask, en torno a los conceptos de la modernidad “que se puede con todo”, promoviendo una imagen como modelo a seguir o digno de admiración, sustituyendo la necesidad de hacer demasiadas cosas en el tiempo que se tiene, corriendo detrás de cada pensamiento, con la esperanza de decir “no a nada, elige todo”. Convirtiéndonos en seres más eficientes procesando información, pero menos idóneos para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco, sino que nos uniformizan.
Darse cuenta que cuando la expresión preferida es el deseo de tener 48 horas al día porque nunca es suficiente, que cuando se tiene la idea de que hay que hacer mucho para obtener reconocimiento, cuando se pretende estar pendiente de las redes sociales, de cuidar a los niños, de tener el emprendimiento adecuado, con pedazos de tiempo, atención fragmentada y los saltos de una cosa a otra, se perjudicarán las relaciones.
Las actividades mecánicas que realizamos a diario como caminar y escuchar música, conducir y platicar, son simplemente acciones automatizadas que permiten la capacidad de movernos entre el espectro físico y lo intelectual, siendo tareas que no requieren la atención plena. La diferencia entre estar activos, con ser productivos no se confundirá con el multitask.
La relación con la productividad consiste en administrar de manera eficiente el tiempo, la energía y el entusiasmo, utilizando los recursos que tenemos de mejor manera, con coherencia mental, física y emocional.
Aprender a tener un descanso, a priorizar el tiempo en base a lo que nos interesa, entender que todos somos importantes y precisos para diferentes actividades, es necesario aceptar que a veces decir “no”, es crear una fortaleza simbólica, permite secuenciar las tareas en orden de importancia, negociar con el alrededor, saber que poner el móvil en modo avión, nos dará libertad.
¿A qué dedicamos nuestro tiempo y atención? ¿A quién beneficiamos con todas estas acciones?