Y DEL VACÍO…

Nuestra mente está acostumbrada hacer lo que nos dicen los demás, la mente ingresa en el continuo consumo, debido al bombardeo perpetuo al que se está sometida por los medios; y provoca un gasto real de la propia energía, pero cuando se  transita con la mente atenta, se asocia a un proceso creativo, en el que se genera algo real de la nada, dependiendo del contexto en el que se ubique, puede ser desde un plano más sutil,  espiritual que se puede hacer tangible lo intangible.

El vacío es la ausencia total de materia en un espacio. Estar al tanto del enunciado que “todo espacio vacío tiende de forma natural a ser llenado”, no se trata de simplemente la ausencia de cosas, sino es un estado físico capaz de influir sobre los sistemas, almacenar energía y liberarla; es entender que para que algo ingrese en la vida de las personas, debe existir un espacio libre, el desapego de unas cosas, el soltar otras.

Existen hábitos de guardar dinero, objetos, pensando que algún día, en un futuro se va a utilizar; también en relación con lo cotidiano ocurre cuando se guarda broncas, resentimientos, tristeza, miedos, provocando una carga de energía bloqueada y una prosperidad paralizada. El entorno es el reflejo de nuestro cuerpo físico y energético. Lo ideal es desligarse de las cosas que ya no se utiliza.

Hay objetos que ya no se requieren, emanan  lo viejo,  lo caduco; esto se extrapola además a las diferentes áreas de la vida: personal, laboral, emocional, etc., por ejemplo, en el armario exterior se puede observar cantidad de cosas sin uso que ubican un espacio sin función, en ocasiones cuesta desprenderse por el acostumbramiento, y en el armario interior se arruman inútiles sucesos, emociones, personas fantasmas que no interesan, creencias que abren heridas cuyo final es generar sufrimiento, agobio, enalteciendo la falta de carencia, comunicando al cerebro la desconfianza en el mañana, insinuando que lo bueno, lo nuevo, no es la mejor opción personal. Precisamos menos de lo que tenemos, es prioritario ir a lo esencial.

Los bienes materiales, los pensamientos, las relaciones necesitan circular ¿qué significado tiene en la vida guardar, si no agregan valor?  Es necesario crear vacíos para recibir algo distinto, dar paso a lo nuevo, generar un respiro para parar, revisar, liberar y cambiar.

Al estar en el vacío se pone en acción la lógica y el sentido común, empezando por lo más sencillo, pues la verdadera creación nace de este contacto con la nada, lo que cree se crea

¿A qué estas agarrado, y que no sirve en tu vida ahora? Se supone que el vacío crea una fuerza gravitatoria que absorbe y atrae, todo lo que se desea recibir. 

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